En el barrio Andresito de la ciudad de Salto se registró un nuevo episodio de violencia contra el transporte público. Un grupo de inadaptados lanzó piedras contra ómnibus municipales que cumplían con su recorrido habitual, lo que derivó en la suspensión inmediata del servicio en la zona.
Las pedreas generaron daños materiales en las unidades y temor entre los pasajeros. Si bien no se reportaron personas heridas, el riesgo que enfrentaron choferes y usuarios llevó a que la comuna adoptara una medida drástica: desde ahora y hasta nuevo aviso los coches municipales no ingresarán al barrio.
La decisión impacta directamente en la vida cotidiana de los vecinos de Andresito. Muchos dependen del ómnibus para trasladarse al centro de la ciudad, a sus lugares de laburo, a los liceos o facultades. Otros, especialmente adultos mayores, lo usan para llegar a consultas médicas o realizar trámites. La suspensión los obliga a buscar alternativas más caras como taxis o aplicaciones de transporte, lo que implica un gasto adicional de guita que no todos pueden afrontar.
Desde la Intendencia de Salto se informó que la medida busca preservar la seguridad de los trabajadores del transporte y de los propios pasajeros. Al mismo tiempo, se confirmó que se trabaja de forma coordinada con la Policía para reforzar la seguridad en el barrio y garantizar condiciones que permitan retomar el servicio lo antes posible.
Vecinos de Andresito manifestaron su malestar. Algunos subrayaron que la suspensión del servicio castiga a toda la comunidad por la conducta de unos pocos. Otros reclamaron una solución rápida porque la falta del bondi municipal afecta especialmente a gurises que estudian y a familias con menos recursos.
La comuna continuará evaluando la situación y, junto con la Policía, definirá los pasos a seguir. Mientras tanto, el barrio queda sin servicio de ómnibus, una medida que golpea la rutina diaria y evidencia la necesidad de reforzar la seguridad en el transporte público de Salto.