ARCHIVO - La gente camina sobre el logotipo de Interpol en la sede de la agencia policial internacional en Lyon, centro de Francia, el 8 de noviembre de 2018.
Dakar, Senegal — Interpol detuvo a 1.006 sospechosos en África durante la Operación Serengeti, una iniciativa masiva de dos meses destinada a combatir delitos cibernéticos que dejaron decenas de miles de víctimas y causaron pérdidas financieras por casi 193 millones de dólares en todo el mundo, informó el martes la organización policial internacional.
La operación, realizada en conjunto con Afripol, la agencia policial de la Unión Africana, se llevó a cabo entre el 2 de septiembre y el 31 de octubre en 19 países africanos. Su objetivo principal fue desmantelar redes criminales dedicadas a ransomware, compromisos de correo electrónico empresarial, extorsión digital y estafas en línea. Según Interpol, la acción resultó en la identificación de 35.000 víctimas de estos delitos.
"Desde las estafas de marketing multinivel hasta los fraudes masivos con tarjetas de crédito, el volumen y la sofisticación de los ataques cibernéticos son alarmantes", señaló Valdecy Urquiza, Secretario General de Interpol. La colaboración entre las fuerzas de seguridad locales y socios del sector privado, incluidos los proveedores de servicios de Internet, fue clave para el éxito de la operación, añadió.
En Kenia, por ejemplo, la policía realizó cerca de dos docenas de arrestos relacionados con un fraude de tarjetas de crédito en línea que generó pérdidas de 8,6 millones de dólares. Mientras tanto, en Senegal, las autoridades detuvieron a ocho personas —entre ellas cinco ciudadanos chinos— vinculadas a un esquema Ponzi en línea que involucró aproximadamente 6 millones de dólares.
La operación Serengeti no solo evidenció el alcance de los delitos cibernéticos en África, sino también el incremento de la capacidad de los países participantes para combatirlos. Enrique Hernández González, director adjunto de Operaciones de Delitos Cibernéticos de Interpol, destacó que este esfuerzo representó un "aumento drástico" en comparación con operaciones previas en la región, donde solo se habían realizado 25 detenciones en los últimos dos años. "Los avances logrados reflejan un cambio significativo en la capacidad de los países para generar inteligencia y obtener resultados concretos", afirmó.
En Camerún, se desmanteló una red criminal que utilizaba una estafa de marketing multinivel como fachada para la trata de personas. En Angola, las autoridades desarticularon un grupo internacional que operaba un casino virtual ilegal, mientras que en Nigeria, se desmanteló una estafa de inversión en criptomonedas.
Jalel Chelba, director ejecutivo de Afripol, resaltó que la operación Serengeti marcó un hito en el apoyo a las fuerzas policiales de los países miembros de la Unión Africana. Chelba también subrayó la necesidad de abordar amenazas emergentes, como el malware impulsado por inteligencia artificial y técnicas avanzadas de ciberataques.
Interpol, con 196 países miembros, celebró su centenario el año pasado y sigue trabajando para facilitar la cooperación policial internacional en áreas como terrorismo, delitos financieros, pornografía infantil y crimen organizado. A pesar de ser la organización policial más grande del mundo, enfrenta retos significativos, incluidos el aumento de delitos cibernéticos y divisiones entre sus miembros. Además, opera con un presupuesto relativamente limitado de unos 176 millones de euros (188 millones de dólares), muy por debajo de los más de 200 millones de euros de Europol o los 11.000 millones de dólares del FBI en Estados Unidos.