Miles de personas se preparan para despedir a Mujica en el Palacio Legislativo.
Tras el fallecimiento del expresidente Mujica, el gobierno decretó duelo nacional y el Parlamento suspende actividades para su velorio en el Salón de los Pasos Perdidos.
El gobierno decretó duelo nacional tras el fallecimiento del expresidente José “Pepe” Mujica, ocurrido este martes 13 de mayo. La medida, que se extiende hasta el viernes 16, fue firmada por el ministro del Interior, Carlos Negro, y responde a la relevancia institucional y simbólica de Mujica en la vida democrática del país.
Mujica murió a los 89 años, luego de una lucha contra un cáncer de esófago que había sido anunciado públicamente. Desde Presidencia se indicó que el duelo nacional incluye la suspensión de actos oficiales y la colocación de la bandera a media asta en edificios públicos.
Carlos Negro explicó en conferencia de prensa que, “dado que se conocía el estado delicado de salud del expresidente”, se organizó un operativo especial para garantizar la seguridad y el orden durante el velorio. Se espera una asistencia masiva: representantes diplomáticos, autoridades nacionales, figuras políticas y miles de ciudadanos que querrán rendirle homenaje.
La Asamblea General resolvió suspender todas las actividades previstas en el Palacio Legislativo, donde se instalará el velatorio oficial en el Salón de los Pasos Perdidos. Este espacio, cargado de historia, ha sido reservado para las despedidas más significativas del país.
Mujica, quien presidió Uruguay entre 2010 y 2015, fue también senador, ministro y figura clave del Movimiento de Participación Popular. Su estilo austero y su discurso frontal lo convirtieron en un referente tanto a nivel local como internacional.
Apenas una semana antes de su fallecimiento, Mujica había bromeado sobre su edad en una entrevista, diciendo: “Ya estoy listo para jubilarme otra vez”. Con su habitual tono irónico, el exmandatario se despidió sin dramatismos, fiel a su estilo.
Las banderas ya ondean a media asta y las calles de Montevideo comienzan a llenarse de mensajes, flores y banderas. Uruguay se detiene para despedir a un hombre que marcó una época y que será recordado por generaciones.