Cinco disidentes venezolanos lograron salir de la embajada argentina en Caracas tras 412 días de encierro
Tras más de un año refugiados en la embajada argentina en Caracas, cinco opositores venezolanos fueron liberados en una operación confidencial atribuida a Estados Unidos.
A las tres de la madrugada en Moscú, Nicolás Maduro recibió una llamada urgente desde Caracas. Del otro lado, alguien del entorno más cercano le dijo sin rodeos: “Estados Unidos liberó a todos los que estaban en la embajada argentina”. Fue un golpe directo, inesperado. Mientras participaba en los actos por el Día de la Victoria en Rusia, junto a figuras como Vladimir Putin, el mandatario venezolano supo que había perdido el control de una situación clave.
Este martes, los cinco opositores que se encontraron refugiados en la sede diplomática de Argentina en Caracas desde marzo de 2024 salieron del país tras permanecer 412 días bajo asedio. Se trató de una operación discreta, sin participación del régimen chavista, y diseñada bajo estricto secreto. Las víctimas: Magalli Meda, Claudia Macero, Omar González, Pedro Urruchurtu y Humberto Villalobos. Todos estaban vinculados a la campaña presidencial de la opositora María Corina Machado.
El 20 de marzo del año pasado, los cinco ingresaron a la embajada argentina para evitar ser arrestados por su participación política. Desde entonces, estuvieron aislados, rodeados por fuerzas de seguridad que cortaron el acceso a suministros básicos como agua, electricidad y alimentos. La presión psicológica y física era constante, mientras el régimen intentaba forzar su salida.
Sin embargo, lo que se sabe hasta ahora del operativo que logró su liberación parece sacado de una película: agentes encubiertos, maniobras coordinadas y engaños calculados permitieron que los disidentes escaparan del cerco impuesto por Miraflores. Aunque desde Caracas intentaron instalar la versión de un acuerdo diplomático entre partes, diversas fuentes aseguraron que la operación fue enteramente organizada por Estados Unidos.
La noticia fue confirmada por Marco Rubio, secretario del Estado norteamericano, quien escribió en su cuenta de X: “Tras una precisa operación, todos los rehenes se encuentran ahora a salvo en territorio estadounidense”.
Desde la oposición venezolana, María Corina Machado celebró la liberación: “Mi reconocimiento y agradecimiento infinito a todos los que hicieron posible esta operación impecable y épica por la libertad de cinco héroes de Venezuela”.
Los cinco opositores liberados tienen un rol activo dentro del partido Vente Venezuela. Meda fue jefa de campaña, Macero coordina comunicación, González fue diputado y periodista, Urruchurtu lideraba relaciones internacionales y Villalobos actuaba como coordinador electoral. Todos fueron señalados por el chavismo por formar parte de la estructura de campaña de Machado y Edmundo González Urrutia.
Mientras tanto, en Caracas, el gobierno busca responsables internos por lo que considera una humillación. Hay tensión entre mandos policiales y servicios de inteligencia, y la preocupación se extiende a otros opositores todavía detenidos en cárceles venezolanas. El operativo dejó expuestas deficiencias en el aparato de control del régimen y también la falta de respuesta efectiva de sus aliados internacionales, como Rusia, China, Irán y Cuba.
La narrativa oficial intentó contrarrestar la versión con publicaciones en redes sociales e incluso memes, pero no logró evitar el desconcierto interno. El contraste con otras situaciones similares también debilitó su relación: cuando Edmundo González dejó la embajada española el año pasado, el gobierno difundió imágenes de su salida. Esta vez no hay fotos, ni comunicados, ni certezas.
Mientras Maduro intenta mostrarse firme en Moscú, rodeado de líderes afines, la situación interna se complica. El operativo de rescate de los cinco opositores no solo rescató personas, también expuso debilidades y dejó abierta la puerta a nuevas tensiones en un año clave electoral para Venezuela.