Walter Texeira Núñez saliendo del Teatro Larrañaga tras el acto de proclamación, entre sonrisas, evasivas y promesas de reorganización.
Entre evasivas y promesas, Texeira Núñez reconoció la pesada herencia financiera que enfrenta la nueva administración en Salto.
Por Gonzalo Sualina
El acto de proclamación de autoridades en el Teatro Larrañaga, envuelto en un marco festivo por los 40 años de democracia ininterrumpida en Uruguay, no impidió que las preguntas incómodas empezaran a circular apenas se apagaron las luces del escenario. La ceremonia, cargada de simbolismo institucional, proclamó a Carlos Albisu como nuevo intendente de Salto, junto a ediles, alcaldes y concejales.
Pero al salir, el foco se desplazó rápidamente de los aplausos a los números.
Uno de los voceros más visibles del nuevo equipo, Walter Texeira Núñez, fue abordado por Uruguay Al Día. Aunque respondió con cortesía, se mostró notoriamente evasivo cuando el tema giró hacia la pesada herencia financiera que recibe la nueva administración.
“Hoy es una noche fría… recién nos entregaron el diploma. ¿Qué querés jugar?”, soltó, entre risas incómodas, cuando se le consultó por el déficit estimado en 51 millones de dólares, que según fuentes técnicas incluye 30 millones del fideicomiso y otros 20 millones en deudas diversas.
Más allá del tono distendido, Texeira no negó la gravedad del asunto, pero optó por derivar responsabilidades:
“Eso va a ser problema del director de Hacienda… Los números los iremos arreglando de alguna forma.”
La frase “agarraron un clavo, pero bien rojo” resume sin rodeos el diagnóstico de la situación que hereda el Partido Nacional en Salto.
Cuando se lo presionó por una respuesta más concreta sobre cómo se piensa encarar ese rojo financiero, Texeira volvió a refugiarse en el clima institucional del acto:
“Hoy no es noche para hablar de números.”
En cambio, intentó redirigir el discurso hacia una promesa de gestión eficiente:
“Hay que reorganizar la Intendencia, y sobre todo, lograr que cuando la gente pague impuestos, vea el resultado.”
Consciente de las altas expectativas generadas tras la victoria de Albisu, el dirigente cerró con una apelación al trabajo conjunto:
“Estamos todos bajo esa bandera de Salto, y esperamos que el espíritu de trabajar juntos prime por encima de todo.”
📌 Un clavo, una bandera… y 51 millones de razones para no improvisar
La nueva gestión no tendrá margen para titubeos. 51 millones de dólares de déficit no son una cifra menor en un departamento como Salto. La ciudadanía no solo exige eficiencia: exige ver el retorno de lo que paga, en forma de obras, servicios y transparencia.
El acto en el Teatro Larrañaga fue, sin duda, una celebración democrática. Pero también dejó en claro que el festejo no puede servir de escudo. Las preguntas ya empezaron y, aunque Texeira no se enojó —como algunos interpretaron en redes—, sí dejó entrever que las respuestas concretas aún están por llegar.
Porque en política, como en la vida, hay clavos que no se pueden patear por mucho tiempo.
Porque en política, como en la vida, hay clavos que no se pueden patear por mucho tiempo.
No hay comentarios
Publicar un comentario