Luciana vivió meses bajo amenazas y abuso, hasta lograr escapar de sus captores.
Luciana fue contactada por redes sociales con promesas de estudio y trabajo. Terminó atrapada en Brasil, bajo amenazas y sin salario. Logró escapar y pidió justicia.
Luciana Pereira, una mujer trans de nacionalidad uruguaya, fue rescatada por las autoridades brasileñas en la localidad de Planura, estado de Minas Gerais. Durante varios meses, estuvo retenida en una vivienda donde, según su denuncia, fue sometida a condiciones de explotación y violencia psicológica.
Todo comenzó cuando una pareja se contactó con ella a través de Facebook. Le ofrecieron viajar a Brasil para trabajar como doméstica, prometiéndole además la posibilidad de culminar sus estudios universitarios en una institución privada. También le aseguraron un salario y alojamiento.
Una vez instalada en la casa, la realidad fue muy distinta a lo acordado. Le dijeron que su sueldo se destinaría a pagar supuestos cursos, además de los servicios del hogar y el alquiler. “Nunca vi un peso, todo era descontado por cosas que no sabía si existían realmente”, contó Luciana.
Compartía la vivienda con otro trabajador, un joven que ya llevaba nueve años en esa situación. Ella relató que era víctima de maltrato constante por parte de los empleadores. “Vivía golpeado, deteriorado. Terminó con problemas mentales”, explicó. La situación llegó al límite cuando ese compañero se quitó la vida dentro de la vivienda, ahorcándose en el garage. “Intenté llamar a emergencias, pero me amenazaron para que no dijera nada”, relató Luciana con la voz quebrada.
Aunque aclaró que no fue agredida sexualmente, sí fue testigo —aunque no de forma directa— de abusos cometidos contra su compañero. “No vi nada, pero escuchaba todo”, afirmó.
El estrés y el miedo permanente le generaron dos accidentes cerebrovasculares. Su salud se deterioró a tal punto que apenas podía moverse. La oportunidad de escapar llegó cuando sus empleadores viajaron al Caribe. En ese momento, logró contactar a amigos en Uruguay y pedir auxilio. Fue así como la Policía Federal de Brasil intervino, encontrando además a una niña de 12 años realizando tareas en el lugar.
Los tres responsables del caso —vinculados al ámbito educativo privado— fueron detenidos y aguardan el inicio del juicio. Luciana, desde un lugar seguro, exige que se haga justicia. “Esto no debería pasar en estos tiempos”, expresó.