Un acto simbólico en Buenos Aires reunió a tres presidentes uruguayos en clave democrática.
En Buenos Aires, Orsi, Lacalle Pou y Sanguinetti fueron reconocidos por su compromiso con la convivencia democrática, en un acto organizado por el Centro Ana Frank.
Los expresidentes Luis Lacalle Pou y Julio María Sanguinetti participaron este lunes en un acto realizado en Buenos Aires, donde junto al actual mandatario Yamandú Orsi fueron homenajeados por el Centro Ana Frank. La institución les entregó un premio en reconocimiento a su compromiso con la Convivencia Pacífica y Democrática, en una ceremonia cargada de simbolismo político y respeto institucional.
Finalizado el evento, el expresidente Lacalle Pou conversó con la prensa y destacó la importancia del gesto, más allá de las diferencias políticas. “Fuimos a acompañar a nuestro presidente y a nuestra democracia”, expresó. También remarcó que, si bien hay matices con la actual conducción del país y un rumbo que él considera no del todo adecuado, este tipo de instancias sirven para fortalecer los valores compartidos. “Uruguay tiene una democracia en los disensos que es muy importante”, subrayó.
Por su parte, Julio María Sanguinetti evitó entrar en polémicas locales y resaltó la proyección internacional de la democracia uruguaya. “No vinimos a discutir las anécdotas del día a día que se discuten allá. Este es un homenaje que reconoce algo mucho más grande: la convivencia republicana que tiene Uruguay”, explicó.
Durante su intervención, también dejó una reflexión sobre la mirada que se tiene del país, tanto desde afuera como desde adentro. “Los países solo crecen si se cree en ellos, si creen los de afuera y creemos los de adentro”, señaló, destacando el valor de compartir experiencias y construir a partir del diálogo, incluso con quienes han tenido diferencias profundas en el pasado. Mencionó como ejemplo el caso de la Caja de Profesionales, recordando discrepancias con el Frente Amplio que, según sus palabras, “desgraciadamente pasaron”.
El evento en Buenos Aires dejó postales poco frecuentes en la política uruguaya actual: tres presidentes, de distintas corrientes, compartiendo escenario, discursos y un mismo reconocimiento. Más allá de las diferencias, el mensaje fue claro: la democracia y la convivencia republicana siguen siendo pilares fundamentales de la identidad uruguaya.