Orsi valoró el compromiso de su equipo y remarcó que "se gobierna haciendo"
Desde Argentina, Orsi repasó sus primeros 100 días de gobierno, habló sobre autocrítica, defendió el rol de su equipo y aseguró que seguirá avanzando con firmeza.
El presidente Yamandú Orsi viajó a Argentina para participar de una actividad pública y aprovechó la ocasión para hablar sobre sus primeros 100 días al frente del gobierno uruguayo. En su balance, reconoció que siente que podría haber hecho más, aunque destacó el respaldo del equipo que lo acompaña en la gestión.
"Siempre te queda esa sensación de que no hacés todo lo que te hubiera gustado, pero estamos tranquilos porque hay equipo", señaló el mandatario. En ese sentido, remarcó que cuando algo no anda del todo bien, se corrige y se sigue adelante. "Acá nadie se queda quieto, si hay algo para ajustar, se ajusta", agregó.
Consultado por las críticas que ha recibido en estas primeras semanas de gestión, Orsi fue claro: "No me asustan ni me molestan. Son distintas formas de ver la realidad. Yo tengo un estilo de trabajo y el gobierno tiene una hoja de ruta clara, que es la que seguimos".
Con un tono firme pero sereno, el presidente recordó que el rol que asumió no es para lamentarse ni quejarse. "A nosotros no nos eligieron para estar llorando en los medios, nos eligieron para laburar y hacer las cosas que hay que hacer", sentenció.
En el intercambio con medios argentinos, Orsi se mostró cercano, pero también autocrítico. Sin dar cifras ni entrar en detalles puntuales, transmitió la idea de que está al tanto de las expectativas que generó su llegada al poder y de los desafíos que enfrenta.
Aunque evitó entrar en polémicas, dejó en claro que su manera de encarar la gestión no va a cambiar por los cuestionamientos. "La clave es tener un rumbo y rodearte de gente que tire para el mismo lado. Por eso estoy tranquilo", concluyó.
El paso de Orsi por Argentina no solo sirvió como plataforma para hablar del presente de su gobierno, sino también para reafirmar el rumbo político que pretende sostener. A cien días de haber asumido, el presidente muestra señales de autocrítica, pero también de convicción. Mientras tanto, la ciudadanía sigue de cerca los próximos pasos de una administración que promete acción más que discursos.