El equipo de Orsi apunta a un equilibrio entre representación política y eficiencia técnica.Foto: Gaston Britos/FocoUy
Entre equilibrios internos y apertura a la oposición, el gobierno de Yamandú Orsi acelera el armado de su estructura clave para 2025.
El futuro gobierno de Yamandú Orsi no está dejando nada al azar. La designación de su gabinete y los primeros niveles de mando en ministerios y direcciones se está desarrollando con una mezcla de precisión quirúrgica y malabarismo político. La tarea no es menor: asegurar la capacidad técnica, la ética y el compromiso, mientras se preservan los equilibrios sectoriales dentro del Frente Amplio (FA).
El primer paso fue el más visible: los ministros. Orsi apostó por un equipo que combina perfiles técnicos con referentes políticos. Pero el trabajo no termina ahí. Ahora, la atención se centra en los escalafones de confianza y en los cargos que representarán al gobierno en organismos clave.
En la Administración Central, hay 340 cargos de “particular confianza”, clasificados en el escalafón Q. A esto se suman los del escalafón P, que abarcan posiciones políticas en instituciones de gobierno. Fuentes del equipo de transición indicaron que la mitad de estos nombramientos ya está cerrada.
La segunda ola de designaciones
El proceso no termina con los ministerios. La segunda fase de asignaciones incluirá subdirecciones, entes autónomos y servicios descentralizados. Esta etapa tiene un objetivo claro: dar cabida a sectores que no obtuvieron cargos en la primera instancia. Ejemplo de esto es la Lista 711, cuyo referente, Felipe Carballo, ya se reunió con Alejandro Sánchez, el futuro secretario de la Presidencia, para discutir opciones y propuestas.
Otro caso es el del Encuentro Federal Artiguista (ENFA), liderado por el intendente de Salto, Andrés Lima. Según fuentes cercanas al gobierno electo, Mevir y OSE son posibles destinos para este grupo. Mientras tanto, el exsenador Rafael Michelini también participó en conversaciones, aunque aseguró que no se discutieron cargos específicos.
Un guiño a la oposición
En febrero, el gobierno de Orsi abrirá una nueva instancia: la negociación con la oposición. La estrategia apunta a ofrecer los mismos espacios que el FA ocupó durante la administración de Luis Lacalle Pou. Esto incluye 34 cargos en organismos como UTE, Ancap, Antel, y otros entes clave.
“Queremos que la oposición participe. El gobierno de Orsi será de puertas abiertas y de orejas para escuchar las ideas”, subrayó Sánchez. Desde el FA consideran que la presencia de la oposición en organismos de control es una forma de garantizar la transparencia y fortalecer la gestión.
Decisiones sensibles
Entre las designaciones confirmadas, destaca el caso de la Secretaría Nacional para la Lucha contra el Lavado de Activos y el Financiamiento al Terrorismo (Senaclaft). Allí, Daniel Espinosa y Ricardo Gil Iribarne se desempeñarán como asesores, un guiño a la experiencia y a la confianza en figuras con antecedentes éticos comprobados.
Con este complejo rompecabezas en marcha, Orsi está delineando un gobierno que promete ser tanto representativo como eficiente. La verdadera prueba, sin embargo, llegará cuando estas piezas comiencen a moverse al unísono en el tablero político nacional.
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