Las tensiones políticas escalan con acusaciones cruzadas, pedidos internacionales y desmentidas oficiales sobre los hechos recientes
Trump acusa al régimen de secuestrar a Machado, la Casa Blanca exige respeto a los derechos y Cabello desmiente todo
Donald Trump no se quedó callado. Desde su cuenta en Truth Social, el presidente electo de Estados Unidos condenó enérgicamente lo que calificó como el “secuestro” de María Corina Machado, supuestamente perpetrado por las fuerzas del régimen de Nicolás Maduro. “Estos luchadores por la libertad no deben sufrir daño y deben permanecer seguros y con vida”, escribió. Según Trump, la líder opositora y su par Edmundo González representan “la voluntad del pueblo venezolano” en la lucha contra el chavismo. Un mensaje que no tardó en llegar a Caracas.
El equipo de Machado agradeció públicamente el respaldo de Trump y reafirmó su compromiso con la democracia: “Con coraje y valentía, haremos respetar nuestra voluntad soberana de vivir libres”, posteó Comando ConVzla en X. Pero no solo desde el círculo de Trump llegaron reacciones; el gobierno de Biden también exigió respeto al derecho de la líder opositora de expresarse libremente, según un portavoz de la Casa Blanca. "Seguimos condenando los intentos de Maduro de intimidar a la oposición", sentenció.
Todo estalló durante una protesta en Caracas, justo antes de la investidura de Maduro. Según el relato del equipo de Machado, la líder, que se trasladaba en moto, fue interceptada y bajada por la fuerza. “Hubo disparos y se la llevaron retenida”, aseguraron. Durante su detención, la habrían obligado a grabar varios videos antes de dejarla libre. La tensión se palpaba en el aire.
Vestida de blanco y portando una bandera, Machado reapareció en una concentración, la primera desde agosto. Pero su breve vuelta al escenario público terminó en caos. “Muy grave lo sucedido. Que esté libre no quita la gravedad del secuestro”, denunció Edmundo González, mientras advertía: “No jueguen con fuego”.
Desde el otro lado, Diosdado Cabello, figura clave del chavismo, no perdió la oportunidad de desacreditar la denuncia. “Un invento, una mentira”, afirmó en su estilo característico. “Si quisiéramos detenerla, ya estaría detenida”, agregó con un tono desafiante. Según Cabello, la oposición buscaba una “chispa” para avivar el conflicto y optó por este montaje. Y como para no dejar dudas, remató: “Ella está loca porque la capturemos”.
En medio de la disputa, un video de Machado declarando que estaba “a salvo” comenzó a circular en canales chavistas y redes de altos funcionarios. Sin embargo, para la oposición, la duda sobre lo ocurrido persiste. Las aguas siguen agitadas en Venezuela, donde la lucha por el control de la narrativa es tan feroz como la que se libra en las calles.
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