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El calor extremo será protagonista: temperaturas récord, noches sin alivio y desafíos para quienes trabajan al aire libre.
Las temperaturas subirán en todo el país y la ola de calor promete noches difíciles. Montevideo y otras regiones ya se preparan para este desafío climático.
Uruguay bajo fuego: se avecina la primera ola de calor del verano
El calor no avisa, simplemente llega. Esta vez, Inumet decidió adelantarse al golpe y emitir una alerta especial: entre el jueves 16 y el sábado 18 de enero, diez departamentos uruguayos estarán en el ojo de la tormenta... o mejor dicho, en el centro de la masa de aire cálida que promete llevar los termómetros al límite.
Montevideo, siempre con su clima particular, no se queda afuera. La capital verá máximas que coquetearán entre los 32 °C y 34 °C, con noches que apenas ofrecerán tregua. Pero el verdadero drama se vivirá en el interior del país, donde las temperaturas podrían trepar hasta los 38 °C o más, convirtiendo cualquier actividad al aire libre en un desafío digno de gladiadores modernos.
El meteorólogo Mario Bidegain, con su usual precisión, compartió en redes sociales las proyecciones del modelo COSMO2.8 del Instituto Nacional de Meteorología brasileño (Inmet). ¿El veredicto? Un calor sostenido y abrazador que no solo afectará a Uruguay, sino también a Buenos Aires, con máximas de hasta 36 °C.
Este escenario no solo calienta el ambiente, sino también las conversaciones en oficinas y hogares. CEOs y directivos toman nota: las altas temperaturas impactan en la salud, la productividad y, por ende, en los resultados. Las empresas que piensen en sus colaboradores ya están revisando horarios y proponiendo estrategias para mitigar el impacto. Porque, seamos claros, trabajar con el cerebro en modo “freidora” no es opción.
Ahora bien, ¿qué podemos hacer? El kit básico del uruguayo precavido debería incluir agua, bloqueador solar y un plan B que evite largas horas bajo el sol. Pero más allá de los consejos prácticos, esta ola de calor es un recordatorio: el cambio climático ya no es un concepto abstracto, es una realidad que nos toca, literal, la piel.
El termómetro seguirá subiendo, y con él, las preguntas. ¿Estamos realmente preparados para enfrentar estos fenómenos? Una cosa es segura: el calor no perdona distracciones, y quienes estén al mando tendrán que liderar con cabeza fría, aunque afuera el asfalto esté a punto de
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