Tom Cruise encabeza una misión que ya no puede salvarse con efectos especiales
Mission: Impossible – The Final Reckoning proyecta pérdidas de hasta 300 millones de dólares. Un golpe inesperado para Tom Cruise y Paramount en 2025.
Mission: Impossible – The Final Reckoning se posiciona como el mayor fracaso financiero de la saga. Con un presupuesto total que superó los 400 millones de dólares, la octava entrega de la franquicia protagonizada por Tom Cruise ha recaudado apenas 506 millones en sus primeras semanas.
El director Christopher McQuarrie y Tom Cruise en el estreno de "Mission: Impossible - The Final Reckoning" at the Auditorio Nacional, en Mexico. (Foto de Massimo Insabato/Massimo Insabato Archive/Portfolio Thief vía Getty Images)
El rodaje de esta nueva entrega estuvo marcado por interrupciones debido a la pandemia, incendios en sets y las huelgas de Hollywood de 2023. Estos contratiempos elevaron los costos operativos y extendieron la producción durante más de dos años.
El presupuesto inicial fue duplicado por gastos imprevistos, incluyendo un set submarino de 25 millones y secuencias de acción que implicaron acrobacias de alto riesgo. En paralelo, la audiencia de cine disminuyó y se alejó de los blockbusters tradicionales.
Tom Cruise realizó su acrobacia aérea más peligrosa: colgarse de un biplano sin arnés. (Crédito: Paramount Pictures and Skydance)
Tom Cruise, quien realizó personalmente sus escenas más peligrosas, evitó confirmar si continuará en la franquicia. Los analistas ven este título como el fin de una era para Paramount, que deberá repensar sus estrategias si quiere competir en un mercado cada vez más selectivo y cambiante.
La audiencia joven, clave para sostener sagas largas, eligió en cambio otros estrenos como Lilo & Stitch, que superó a Mission: Impossible 8 en varias plazas.
A pesar del despliegue visual y los esfuerzos del equipo, el futuro de la franquicia está en pausa. Y su presente, marcado por los números, es una misión fallida.