Acto escolar en homenaje a Artigas durante el Día de la Bandera en Uruguay.
El 19 de junio se recuerda el nacimiento de José Artigas con actos, juras escolares y tributos en todo el país. Es además el Día de la Bandera.
Cada 19 de junio, Uruguay detiene su rutina para recordar el nacimiento de José Gervasio Artigas, figura central de la historia nacional. La jornada también coincide con el Día de la Bandera, una fecha cargada de simbolismo que se celebra con actos escolares y homenajes en todo el país.
Los más chicos tienen un rol especial en este día. Miles de escolares de primer año de Primaria realizan la Promesa de Fidelidad a la Bandera, mientras que los estudiantes de primer año de Secundaria hacen la tradicional Jura de la Bandera. En muchas escuelas, se vive con emoción y orgullo, donde no faltan las canciones patrióticas, las poesías y hasta lágrimas de padres y docentes.
Este feriado, que no se traslada, fue instaurado por ley y tiene carácter laborable. A pesar de eso, la participación en los actos patrióticos es elevada, sobre todo en Montevideo y en Sauce, ciudad natal de Artigas, donde se realizan ceremonias oficiales con presencia de autoridades nacionales.
El legado de Artigas es recordado con palabras que evocan su lucha por la libertad, la igualdad y el federalismo. Durante los discursos en las plazas y centros educativos, se remarca su rol como protector de los pueblos libres y defensor de los derechos del pueblo oriental.
En la Plaza Independencia, donde se encuentra el Mausoleo de Artigas, la Intendencia y la Presidencia depositan ofrendas florales. En varias intendencias, se suman desfiles escolares y eventos culturales. Los abuelos también son homenajeados en esta jornada, ya que el 19 de junio fue declarado además como el Día del Abuelo.
"Es un día para sentirse parte de algo más grande", expresó un maestro durante una de las tantas ceremonias en centros educativos. “Artigas no es solo un nombre en los billetes, es historia viva”, agregó.
Este tipo de eventos no solo buscan recordar el pasado, sino reforzar el sentido de pertenencia, algo que en tiempos de desencanto político o crisis de identidad, cobra aún más valor.