El nuevo intendente de Salto anunció una gestión enfocada en obras, trabajo y cercanía.
Con un acto cargado de expectativa, el nuevo Intendente de Salto asumió este lunes con un mensaje centrado en el cambio, el compromiso con la gente y la necesidad urgente de mejorar la infraestructura del departamento. Frente a vecinos, militantes y referentes políticos, marcó el rumbo que tomará su gestión.
Agradeció a quienes llegaron desde distintos rincones del departamento y a quienes lo acompañaron en la jornada. “Esta etapa que comienza es un mojón para construir un salto mejor”, expresó, subrayando que la tarea requiere del esfuerzo de todos.
Durante el discurso, remarcó que su gobierno será “de salteños para salteños”, y se comprometió a estar presente en los barrios, pueblos y zonas rurales. "No venimos a encerrarnos entre cuatro paredes, sino a vivir los problemas junto a la gente", afirmó.
También fue enfático al describir la situación actual: “Salto está en crisis”, dijo sin rodeos. Sin embargo, aclaró que no hay lugar para lamentos, y que la responsabilidad de gobernar ya fue asumida. “Sabíamos que era un fierro caliente, y lo agarramos con las dos manos”, señaló, utilizando una metáfora que generó impacto entre los presentes.
Entre las principales prioridades mencionó la recuperación de calles urbanas y caminos rurales, obras fundamentales para mejorar la conectividad y generar oportunidades. A su entender, una mejor infraestructura puede acercar a los salteños, facilitar el desarrollo económico y atraer nuevas inversiones.
En esa línea, aseguró que su administración será una aliada para empresarios locales y foráneos que quieran apostar por salto. “Vamos a dar todas las facilidades posibles, porque necesitamos laburo y desarrollo real para nuestra gente”, manifestó.
También habló del papel clave del turismo. Agradeció la presencia del ministro del área y afirmó que uno de los objetivos será reposicionar a salto como un destino atractivo. “Queremos que los turistas vuelvan y que los salteños tengan espectáculos de calidad en casa”, indicó.
La cultura tuvo un espacio en su mensaje. Lamentó el estado actual de los museos y prometió reabrirlos y revalorizarlos. “Queremos recuperar el orgullo de ser salteños, ese que siempre nos distinguió”, dijo.
Ya sobre el cierre, se permitió una pausa personal para agradecer a su familia. Reconoció que en los años dedicados a la medicina y la política hubo tiempos que no pudo compartir como hubiese querido. Sin embargo, pidió su apoyo para lo que viene, sabiendo que los desafíos serán mayores.
“Dejaremos todo en la cancha”, prometió al final, dejando en claro que la meta es que dentro de cinco años, los salteños vivan mejor. “A eso nos comprometemos”, concluyó ante los aplausos de una multitud.