Orsi representó a Uruguay en una cumbre que busca fortalecer la democracia regional.
Este lunes en Santiago de Chile, mandatarios de cinco países se reunieron en el marco de la cumbre “Democracia Siempre”, con el objetivo de articular una agenda común frente al avance de discursos extremistas. En un escenario internacional marcado por tensiones políticas y señales de desgaste en gobiernos de corte progresista, los presidentes intentaron mostrar cohesión y trazar una hoja de ruta conjunta.
El encuentro, impulsado por el mandatario chileno Gabriel Boric, contó con la participación de líderes como Gustavo Petro (Colombia), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Pedro Sánchez (España), y el uruguayo Yamandú Orsi, entre otros. La cumbre surge como continuidad de un proceso iniciado en 2024 por Lula y Sánchez durante la Asamblea General de la ONU, con la intención de crear una red internacional de defensa democrática.
En su intervención, Orsi planteó que Uruguay debe mantener relaciones diplomáticas con todos los gobiernos electos, sin importar su orientación ideológica. Mencionó, como ejemplo, su reunión reciente con Javier Milei, presidente de Argentina, y su próxima cita con Daniel Noboa, mandatario de Ecuador. “Es una cuestión filosófica más que ideológica”, sostuvo ante la prensa.
Orsi sumó la voz uruguaya a un encuentro clave sobre democracia y cooperación internacional.
Mientras otros líderes utilizaron la instancia para lanzar advertencias contra lo que llaman “la internacional reaccionaria”, Orsi prefirió un tono más moderado, enfocado en construir consensos. Habló de “ser autocríticos” respecto a la desconexión entre política y sociedad, y propuso trabajar en común sobre temas como redes sociales, desinformación y seguridad ciudadana.
La cumbre, realizada en el Centro Cultural Matucana y en el Palacio de La Moneda, incluyó también instancias simbólicas, como la visita al despacho del expresidente Salvador Allende, figura histórica del socialismo chileno. Además, participaron representantes de organizaciones civiles y fundaciones progresistas, incluyendo delegaciones uruguayas de la Fundación Líber Seregni, Siembra y Observacom.
Líderes de distintos países debatieron en Chile sobre cómo proteger la democracia regional.
A nivel regional, la cumbre recibió críticas de sectores opositores. Desde Uruguay, dirigentes nacionalistas como Álvaro Delgado y el diputado Juan Martín Rodríguez cuestionaron el encuentro. En una declaración publicada por el diario chileno El Mercurio, acusaron a los mandatarios participantes de debilitar principios democráticos y de evadir controles institucionales.
Pese a las observaciones, los líderes reunidos en Chile acordaron avanzar hacia una agenda sostenida en el tiempo. El documento final establece la intención de consolidar una red regional de países y sociedad civil, con foco en la participación ciudadana y la defensa de derechos humanos. También se prevé una nueva cumbre en España el próximo año, y otra instancia paralela a la Asamblea General de la ONU, prevista para septiembre.
En esa futura cita se espera la incorporación de nuevos jefes de Estado, como los de México, Francia, Honduras, Reino Unido, Canadá, Dinamarca, Australia y Sudáfrica. Si bien no todos comparten la misma línea ideológica, los organizadores creen que hay terreno común frente al avance de movimientos ultraconservadores.
Desde el entorno de Orsi ven con buenos ojos que la cumbre no se haya limitado a un gesto simbólico, sino que haya definido pasos concretos. Para el presidente uruguayo, que apuesta a una línea progresista pragmática, este tipo de espacios permiten articular propuestas sin caer en lógicas confrontativas.
Mientras tanto, el documento firmado en Chile marca un nuevo intento por reconfigurar el rol del progresismo global, en tiempos donde los consensos democráticos parecen cada vez más frágiles.