"Lo dejaron tirado": El fútbol le dio la espalda a Alzamendi y el gobierno aprobó una pensión graciable vitalicia

El Parlamento uruguayo aprobó una pensión vitalicia para Antonio Alzamendi por su aporte deportivo y necesidad económica.

Antonio Alzamendi recibirá una pensión graciable por sus méritos deportivos y situación actual.


El exfutbolista Antonio Alzamendi comenzará a cobrar una pensión graciable de 26.300 pesos uruguayos mensuales (unos 650 dólares), tras ser aprobada por el Parlamento en reconocimiento a su trayectoria y actual necesidad económica.

El proyecto de ley fue votado por ambas cámaras y provocó un fuerte cruce de posturas, no en el plano político, sino hacia el mundo del fútbol. Legisladores de distintos partidos coincidieron en que el deporte más popular dejó de lado a una de sus grandes figuras.

Conocido como el “Hormiga”, Alzamendi nació en 1956 y fue figura clave en la historia de River Plate, club con el que ganó la Copa Libertadores y la Intercontinental, marcando incluso el gol decisivo en Japón. También jugó en Independiente, Nacional, Peñarol y la Selección Uruguaya, dejando una huella imborrable en el fútbol rioplatense.

Durante la sesión del Senado, el nacionalista Sebastián Da Silva fue uno de los más críticos con el ambiente futbolístico. “Parece mentira que el poderoso mundo del fútbol permita esto. Lo dejaron tirado”, dijo, señalando la falta de respaldo económico de los clubes por los que pasó el exjugador. "Es el sistema político el que termina votando esta ayuda. No lo puedo entender", expresó.

Antonio Alzamendi recibirá una pensión graciable por sus méritos deportivos y situación actual.

El senador consideró que el monto anual de la pensión, cercano a los 6.000 dólares, podría haber sido asumido por instituciones como la AUF, Nacional, River o Independiente. “¡Un héroe!”, remató Da Silva, indignado por la situación.

Desde otro sector político, el comunista Óscar Andrade también defendió la medida. Recordó el papel de Alzamendi en el título mundial de River y su importancia en la selección uruguaya. “Para mi generación es inolvidable aquel título en el que dejó eliminada a la Argentina campeona del mundo en Buenos Aires”, mencionó.

Andrade también compartió una experiencia personal: ayudó como obrero en la construcción de la vivienda del campeón del ‘50, Alcides Ghiggia, otra gloria nacional que atravesó dificultades similares. “¿Cómo el fútbol no se hace cargo de esto?”, se preguntó.

El senador Sergio Botana, por su parte, destacó la figura de Alzamendi como una gloria del deporte nacional. “La República no puede permanecer ajena a sus obligaciones con un hombre que fue la gloria de la celeste y de clubes históricos”, afirmó.

La pensión graciable es una prestación de por vida otorgada por el Banco de Previsión Social (BPS), destinada a personas que prestaron servicios distinguidos en el país y atraviesan una situación económica delicada. Actualmente, 116 personas reciben este beneficio, con un promedio de 31.348 pesos mensuales.

Aunque no resuelve el fondo de la desigualdad en el deporte, la prestación otorgada a Alzamendi busca reconocer su legado en un momento de dificultad. El debate dejó en evidencia una deuda moral del fútbol profesional con sus figuras históricas.

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