Carlos Perciavalle atraviesa una de las etapas más difíciles de su vida en Maldonado.
Carlos Perciavalle, figura clave del humor rioplatense, atraviesa uno de los momentos más difíciles de su vida. A los 84 años, vive solo en Maldonado, sin recursos suficientes para cubrir medicamentos ni servicios básicos, y en medio de un litigio por el terreno donde reside.
Durante décadas, Perciavalle hizo reír a uruguayos y argentinos desde los escenarios del café concert. Trabajó con figuras como Antonio Gasalla, Susana Giménez y China Zorrilla, y fue uno de los precursores del humor descontracturado, ácido y popular. Sin embargo, hoy su realidad es otra: la cuenta bancaria vacía, el aislamiento personal y una posible expulsión del único espacio donde todavía puede dormir.
Según detalló el periodista Gustavo Descalzi en televisión, el actor fue víctima de múltiples estafas por parte de personas de confianza. Entre ellas, un vecino identificado como Gastelú, que compró casi todo el terreno y estaría esperando una resolución judicial para quedarse con lo poco que queda. Incluso, según Descalzi, se presentaron denuncias ante organismos internacionales como la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.
En paralelo, el diputado Diego Echeverría elevó una solicitud formal para que Perciavalle reciba una pensión graciable. El monto, algo superior al salario mínimo nacional, alcanzaría apenas para cubrir medicamentos. Pero el trámite recién podría discutirse en comisión a partir de agosto, lo que retrasa cualquier solución concreta.
Varios actores del medio artístico se sumaron a la causa. La Casa del Teatro de Buenos Aires, a través de su presidenta Linda Pérez, ofreció recibir a Perciavalle de inmediato, brindándole vivienda, comida y cuidados adecuados. Pero aún no hay confirmación de su aceptación.
La situación se agrava por la falta de contención directa. Su expareja, Jimmy Castilhos, reconoció públicamente que no mantienen un contacto fluido y expresó su preocupación por el abandono que sufre el actor. “No puede estar solo, necesita ayuda permanente”, sostuvo.
En este contexto, una posible fuente de ingreso podría provenir de una escultura de gran valor artístico creada por el padre de China Zorrilla, el escultor José Luis Zorrilla de San Martín. La pieza se encuentra en manos de Perciavalle y se espera que el Estado uruguayo, a través de la Comisión de Patrimonio, considere su adquisición. No resolvería su vida, pero podría darle un poco de aire mientras se gestiona la pensión.
Para muchos, el caso de Carlos Perciavalle refleja un patrón de olvido. Artistas que marcaron época y hoy, en su vejez, enfrentan la indiferencia social y política. Ya no hay focos, no hay aplausos, y las promesas tardan en llegar.