Villa Serrana combina paisajes serranos y tranquilidad en una propuesta ideal para el invierno.
En pleno corazón de Lavalleja, a solo dos horas de Montevideo, Villa Serrana sigue siendo uno de esos lugares que muchos descubren casi por accidente, pero al que vuelven una y otra vez.
Diseñada hace décadas como un refugio turístico entre sierras, mantiene ese aire de calma que contrasta con el ritmo acelerado de la ciudad. Sus calles de tierra, el monte nativo y las construcciones integradas al paisaje le dan un carácter único, como si el tiempo ahí avanzara distinto.
Villa Serrana combina paisajes serranos y tranquilidad en una propuesta ideal para el invierno.
Villa Serrana: Cabalgatas y senderismo en tierras minuanas.
Durante las vacaciones de invierno, el frío se convierte en parte del plan: cabañas con estufa a leña, paisajes cubiertos de neblina y atardeceres frente al fogón hacen que cada día tenga algo especial. No hay shopping, ni cines, ni cadenas de comida rápida. Y para muchos, eso es precisamente lo mejor.
Villa Serrana invita a caminar sin apuro, a subir cerros, a tomar mate bajo un cielo limpio, a escuchar el silencio. Quienes la visitan suelen recorrer lugares emblemáticos como el Ventorrillo de la Buena Vista o el Salto del Penitente, que está a pocos kilómetros. Se puede hacer senderismo, andar a caballo o simplemente mirar el paisaje mientras baja la tarde.
Parque Salto Del Penitente.
En tiempos donde todo parece correr, esta villa ofrece pausa. Una pausa real. Por eso, más allá de no figurar entre los grandes destinos turísticos, año a año suma visitantes que buscan un invierno distinto, más simple, más conectado con lo esencial.