Gustavo Salle durante su intervención en Diputados, donde denunció el acuerdo previo sobre la reforma.
El diputado Gustavo Salle advirtió sobre la pérdida de soberanía económica y la carga financiera que afecta a profesionales, jubilados y trabajadores en Uruguay.
El diputado de Identidad Soberana, Gustavo Salle, realizó una encendida exposición en la Cámara de Diputados durante el debate sobre la reforma de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios. Su intervención apuntó de lleno a lo que considera la raíz del problema: la dependencia financiera de Uruguay respecto a los acreedores internacionales, sumado a acuerdos políticos previos entre el Frente Amplio y la coalición de gobierno.
Salle comenzó destacando la sinceridad del ministro de Economía, Gabriel Odone, quien en una entrevista radial había admitido que el acuerdo sobre la reforma de la caja ya estaba sellado antes de llegar al Parlamento. Según Odone, la falta de acuerdo interno sería vista como una mala señal por quienes "nos miran desde afuera", es decir, los acreedores internacionales y el sistema financiero que presta dinero al país.
Para Salle, estas declaraciones confirman un modelo de dependencia económica que atraviesa a todos los gobiernos uruguayos, independientemente de su signo político. Recordó que tanto el Frente Amplio como la coalición multicolor han recurrido al endeudamiento permanente para sostener el déficit fiscal, lo que, en sus palabras, mantiene al país atado de manos frente a los intereses de las grandes corporaciones y organismos internacionales.
En ese marco, criticó duramente el rol que han jugado los sucesivos gobiernos y los propios delegados políticos en la gestión de la Caja de Profesionales. Señaló que los problemas estructurales de la institución llevan décadas sin resolverse, y que las malas inversiones realizadas, muchas de ellas vinculadas a grandes proyectos como UPM, agravaron aún más la situación financiera.
Salle hizo referencia a dos autores que marcaron su visión crítica sobre este modelo: Las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano, y la teoría de la dependencia de Theotonio Dos Santos. Según explicó, Uruguay sigue insertado en un esquema donde exporta materias primas, importa tecnología, y paga intereses y beneficios a las grandes multinacionales.
En otro tramo de su intervención, el diputado utilizó un fragmento de Robert Kiyosaki para graficar la desigualdad del sistema tributario. “El que menos gana, paga más impuestos. El rico paga después, si es que paga”, citó. Según Salle, en Uruguay los profesionales y trabajadores son los que sostienen el sistema, mientras las grandes corporaciones reciben exoneraciones fiscales, algunas de ellas millonarias.
También apuntó contra las AFAP, a las que calificó de "genios del sistema", ya que cobran comisiones sobre el patrimonio de los aportantes, independientemente de los resultados de las inversiones. “A las AFAP no les importa si pierden plata; igual cobran”, señaló, recordando que parte de esos fondos fueron invertidos en empresas como UPM o Eufores.
Respecto al proyecto de ley en debate, Salle fue contundente: “Es un proyecto cobarde, que le pega al de abajo, al jubilado, al activo, al profesional joven que no puede aportar porque ni siquiera puede ejercer su profesión y debe buscar changas para sobrevivir”.
Además, cuestionó lo que definió como "terrorismo cronológico", aludiendo a los plazos perentorios fijados para votar la reforma bajo la amenaza de que la caja podría fundirse si no se aprueba antes del 31 de mayo. Según el legislador, estos tiempos impuestos responden a intereses ajenos a los profesionales y sirven para forzar un acuerdo que ya fue negociado por fuera del Parlamento.
Por último, Salle hizo un llamado a la autocrítica y a la participación activa de los propios profesionales universitarios, quienes durante años, según él, desatendieron la situación de la caja. “Cuando uno es joven, no le da corte. Pero la juventud no es para siempre. Tarde o temprano, esto nos golpea a todos”, expresó.
La exposición cerró con una dura advertencia sobre lo que ocurrirá en los próximos pasos legislativos. Según Salle, tras las diferencias expresadas en Diputados, el proyecto será aprobado sin mayores cambios en el Senado por acuerdo entre el Frente Amplio y la coalición, volviendo luego a la Cámara Baja donde será ratificado por disciplina partidaria.