¿Quién reacciona ante la caída del consumo en Concordia y el cierre con Salto?

Comerciantes de Concordia reclaman medidas urgentes ante la caída del consumo y el cierre del flujo económico con Salto.

Comerciantes de Concordia enfrentan una crisis prolongada y piden políticas binacionales urgentes.



Concordia enfrenta una de sus etapas más delicadas en materia comercial. La recesión económica, la caída de ventas internas y la pérdida del flujo de consumidores uruguayos generan un panorama complicado para los comercios de la ciudad. Así lo expresó Adrián Lampasi, presidente del Centro de Comercio, Industria y Servicios de Concordia, durante una entrevista donde repasó los desafíos actuales del sector.

“El panorama sigue siendo complejo. Hoy no tenemos faltantes ni supermercados vacíos como antes, pero tampoco hay una reactivación del consumo. El comerciante no siente las mejoras en la calle”, sostuvo Lampasi.

Según el dirigente, si bien algunos indicadores macroeconómicos muestran cierta estabilización, esto no se traduce en actividad. “No hay ventas, y los sueldos siguen por debajo de la inflación. El bolsillo no rinde y eso repercute directamente en los rubros esenciales, como alimentos y productos básicos”, señaló.

En Concordia, como en gran parte del país, todos los sectores están afectados. “La única excepción son los vehículos, donde hubo crédito y se logró mantener un nivel de ventas interesante. Pero el resto de los rubros, sobre todo los más chicos, la vienen remando hace rato. Tienen que adaptarse, reducir márgenes y ser muy creativos para sobrevivir”, dijo Lampasi.

La caída del flujo de consumidores uruguayos, que solía ser vital para muchos negocios fronterizos, también golpeó fuerte. “Antes había uruguayos comprando casi las 24 horas. Hoy es algo más residual, puntual, y afecta especialmente a sectores como la gastronomía o los hipermercados”, explicó.

Según relevamientos del propio centro de comercio, un 70 % de los comercios concordienses ya no tiene ningún tipo de relación con clientes uruguayos. “Esto antes no era así. Hoy queda apenas un 20 % que mantiene algún vínculo, pero con un volumen mínimo. Lo que había era una situación extraordinaria que ya no está, y lo que vivimos ahora es la normalidad”, remarcó.

Sobre la relación con Salto, Lampasi fue claro: “Nos gustaría tener una frontera más integrada, con un tránsito fluido para ambos lados. Lamentablemente, estamos cada vez más lejos de eso. Los caminos están deteriorados, la burocracia no ayuda y faltan políticas binacionales concretas”.

Además, mencionó el impacto del aumento de tarifas energéticas en la estructura de costos de los comercios. “Hay gente que prefiere pagar la luz antes que comprar alimentos. Eso está pasando. Y los comerciantes, en muchos casos, no pueden trasladar todos los aumentos a los precios, porque pierden clientes”.

En cuanto a expectativas, Lampasi fue cauto: “El año pasado había esperanza de mejora. Hoy hay más resignación que entusiasmo. Se nota el desgaste. La economía no crece hace 13 o 14 años, y eso se siente en cada mostrador”.

Desde Concordia, aseguran que el diálogo con las autoridades es escaso y que, muchas veces, las decisiones se toman desde Buenos Aires sin conocer la realidad de las ciudades fronterizas. “Estamos impulsando un proyecto de ley de fronteras, en conjunto con el centro comercial de Salto, para lograr algún tipo de protección ante estos vaivenes económicos. Queremos reglas claras que sirvan a ambos lados del río”, afirmó.

Para Lampasi, la solución no pasa por el asistencialismo ni por el proteccionismo extremo, sino por una integración real y planificada. “Nos vendieron siempre el discurso de la hermandad entre pueblos, pero a la hora de la verdad, las decisiones se toman sin pensar en el otro lado de la orilla”, concluyó.

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