Profesionales denuncian un sistema de aportes costoso, sin garantías claras de jubilación.
Testimonios de profesionales uruguayos revelan problemas graves en la caja de jubilaciones, con aportes altos, gestión cuestionada y futuro incierto.
Un grupo de profesionales universitarios, entre ellos odontólogos, contadores, arquitectos, abogados y médicos, expresaron públicamente su malestar por la situación de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios (CJPPU). A través del programa radial Malos Pensamientos, compartieron testimonios que describen un sistema costoso, poco transparente y con futuro incierto.
Uno de los testimonios más contundentes fue el de un odontólogo que calificó a la caja como un "robo". Dijo aportar más de 23.000 pesos mensuales desde hace 10 años y cuestionó los sueldos de los directivos, que llegaron a superar los 600.000 pesos mensuales. "Es como pagar otro alquiler, con cero garantías", señaló.
Otro participante, un contador, describió el sistema como una "conexión piramidal", donde los activos sostienen a los pasivos, sin garantías futuras. También apuntó contra la obligación de afiliarse para ejercer, lo que considera una extorsión profesional.
Una arquitecta sumó su experiencia y usó la palabra "morcilla" para definir la situación: "La caja está hecha con la sangre de los profesionales". Contó que trabaja en condiciones precarias, con dependencia encubierta y sin derechos laborales. Aporta entre 30.000 y 35.000 pesos mensuales, sobre un ingreso ficticio que la caja calcula, y no sobre lo que realmente gana.
Una abogada, con más de dos décadas de aportes, usó la palabra "estafa". Relató que sus aportes se basan en montos irreales y teme que, llegado el momento de jubilarse, no perciba lo que le corresponde. "Pensé que era una inversión para el futuro, pero ya no sé si cobraré algo", dijo.
Por último, un médico en categoría 9, que aporta 35.000 pesos mensuales, definió la situación como una "incógnita". Criticó el proyecto de ley enviado por el gobierno para reformar la caja, al que consideró improvisado y sin respaldo técnico. Reclamó que el Estado asuma su parte como hizo con otras cajas.
Todos los testimonios coinciden en el reclamo de mayor transparencia, garantías reales y un sistema justo. Denuncian una falta de respaldo institucional y alertan que el proyecto de reforma propuesto podría agravar la crisis en lugar de resolverla.