Cinco personas resultaron heridas en un ataque a tiros. Tres de ellas son menores y uno se encuentra en estado crítico.
Cinco heridos en un tiroteo, tres de ellos menores. Un niño de 11 años recibió disparos en el abdomen y el hombro, y su estado es crítico.
No hubo aviso, ni tiempo para escapar. Los disparos rompieron el silencio y, en segundos, el piso se llenó de cuerpos. Cinco personas heridas, entre ellas tres niños. Un menor de 11 años, con un disparo en el abdomen y otro en el hombro, se debate entre la vida y la muerte en el hospital.
El horror se extendió en cadena. Otro niño, de 10 años, recibió un disparo en la pierna izquierda. Un adolescente de 14 terminó con una herida similar en la pierna derecha. Ambos están internados en el Pereira Rossell. Dos más, un joven de 18 y otro de 15, también fueron alcanzados por las balas, pero pudieron ser dados de alta tras recibir atención médica.
El ataque ocurrió justo en la puerta de la casa de un conocido narcotraficante de la zona. No solo las personas terminaron heridas: un auto estacionado en el lugar también quedó marcado por los impactos de bala.
Mientras la policía levantaba evidencias y los vecinos intentaban entender qué había pasado, otro hecho encendió las alarmas. A solo un kilómetro de distancia, casi en el mismo momento, un policía fue asesinado de un disparo. Las coincidencias son demasiadas para ignorarlas, y la sensación de que todo está conectado no deja de crecer.