El crimen ocurrió en el barrio Escarpín, donde un hombre murió y su pareja sigue en estado crítico.
Una discusión familiar terminó en tragedia en Minas: un hombre fue asesinado por su hermano, quien se entregó a la Policía y reconoció haber disparado con una Glock 9mm.
Un hombre de 34 años fue asesinado y su pareja, de 31, resultó gravemente herida tras un ataque a balazos ocurrido en su vivienda del barrio Escarpín, al suroeste de Minas, en el departamento de Lavalleja. El agresor fue el hermano del hombre fallecido, un joven de 25 años que luego del hecho se entregó voluntariamente a la Policía.
Según supo Uruguay al Día, el ataque ocurrió en la tarde del martes, poco después de las 17:30. Varios vecinos alertaron al 911 tras escuchar disparos cerca de las calles 135 y 138. Al llegar, los agentes encontraron a las dos víctimas en el suelo, con múltiples heridas de bala.
El hombre, que recibió siete disparos, fue trasladado con urgencia al hospital local, pero murió a las 18:30. Su pareja, que fue alcanzada por tres proyectiles, fue llevada a otro centro de salud, donde ingresó en estado crítico. Hasta la mañana del miércoles seguía internada en CTI, en coma inducido y con asistencia mecánica respiratoria, según el parte médico emitido a las 9:00.
De acuerdo a fuentes policiales consultadas por Uruguay al Día, la mujer no tiene antecedentes penales, a diferencia de su pareja, quien sí había estado vinculado previamente a hechos delictivos.
El atacante, que fue detenido horas después y permanece a disposición de la Fiscalía, no residía en la casa de las víctimas, pero sí es del mismo entorno barrial. Vive en el vecino barrio Parque Rodó, una zona paralela a la principal avenida del lugar, caracterizada por tener una única entrada y salida.
Las primeras averiguaciones indican que el conflicto venía de antes. El ahora detenido habría tenido una discusión con su hermano y su cuñada esa misma tarde. Más tarde, regresó con un arma de fuego y disparó contra ambos. Al entregarse, explicó a la Policía que “molestaban desde hacía tiempo a su padre”, motivo que, según él, lo llevó a tomar la drástica decisión.
El arma utilizada fue una pistola Glock calibre 9 milímetros, la cual entregó él mismo a los agentes al presentarse ante la autoridad. El cargador estaba vacío.
Durante el relevamiento en la vivienda, la Policía Científica incautó otra arma: una pistola marca Bersa, que también quedó bajo custodia como parte de la investigación.
Al lugar del hecho acudieron la fiscal Marlene Canosa y autoridades de la Jefatura de Lavalleja, encabezadas por el jefe Alfredo Rodríguez. Según indicaron fuentes del caso a Uruguay al Día, la Fiscalía está evaluando imputar al detenido por homicidio muy especialmente agravado y lesiones personales graves.
El caso, por su gravedad y contexto familiar, generó fuerte conmoción en la comunidad local. La investigación continúa, y se esperan avances en las próximas horas.