El dogo de Burdeos, un perro grande y fuerte, puede tornarse impredecible. IMAGEN ILUSTRATIVA.
El hecho ocurrió en Mercedes. La mujer fue atacada en su casa por su perro. Su hijo resultó herido al intentar socorrerla.
Una mujer de 74 años falleció en su vivienda en la ciudad de Mercedes, tras ser atacada por su perro, un dogo de Burdeos. Según informó la Jefatura de Policía de Soriano, el hecho ocurrió en una casa ubicada entre las calles Aparicio Saravia y Mario Casinoni.
La mujer, identificada como Elisabeth Mendiberry Silva, fue hallada por su hijo, quien también resultó herido al intentar socorrerla. El perro, que convivía con la familia, la atacó provocándole mordidas en el cuello, según el parte médico de la emergencia que llegó al lugar. La autopsia confirmará las causas exactas del fallecimiento.
Vecinos del barrio aseguraron que el perro era conocido en la zona y que nunca había mostrado signos de agresividad. Incluso lo recordaron jugando con niños en la vereda. Este contraste entre lo habitual y lo ocurrido ha generado conmoción y sorpresa en toda la comunidad.
La fiscal Carolina Pereira dispuso la realización de una autopsia y continúa la investigación para determinar las circunstancias del ataque. El episodio se suma a una problemática que preocupa cada vez más.
Según datos del Ministerio de Salud Pública (MSP), entre diciembre de 2023 y diciembre de 2024 se registraron 3.396 mordeduras de perros a personas en Uruguay. De esos casos, 2.396 fueron catalogados como leves, 575 moderados y 52 se consideraron severos. Además, hay 373 registros sin información completa sobre la gravedad.
Estos números se ubican por encima del promedio registrado entre 2018 y 2023, lo que evidencia una preocupante tendencia al alza.
El MSP remarca que la notificación de mordeduras es clave para la vigilancia de posibles casos de rabia. Si bien no se detectan casos de rabia en perros desde 1983 ni en humanos desde 1966, el riesgo sigue presente. En marzo de este año, se investigó un posible caso de rabia humana tras la mordedura de un gato en Rivera.
El caso de Mercedes pone nuevamente sobre la mesa el debate sobre la tenencia responsable de perros potencialmente peligrosos y la necesidad de contar con controles y educación sobre crianza animal. También deja ver que incluso animales aparentemente mansos pueden reaccionar de forma inesperada, con consecuencias fatales.
La investigación sigue en curso mientras la familia y la ciudad atraviesan el duelo por una muerte inesperada, generada por un animal que hasta entonces formaba parte del hogar.
