Gustavo Salle expuso en el Parlamento la estrategia de Identidad Soberana sobre la reforma previsional.
Identidad Soberana evitó votar la reforma de la Caja Profesional, mantuvo su palabra y propuso transformar el sistema de administración de los fondos previsionales.
En el marco de la votación parlamentaria sobre la reforma de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios, el partido Identidad Soberana, liderado por Gustavo Salle, adoptó una postura que rápidamente generó debate tanto en el Parlamento como en la opinión pública.
Durante la extensa sesión, los dos diputados de Identidad Soberana cumplieron con la línea que ya habían anunciado: no votarían ninguno de los artículos presentados. De este modo, se mantuvieron al margen tanto de la propuesta original elaborada por el Poder Ejecutivo con el Frente Amplio, como de las modificaciones impulsadas por la coalición multicolor.
Según explicó Salle, la decisión de ausentarse de sala en el momento clave de la votación fue parte de una estrategia cuidadosamente pensada. Si permanecían en sala, se veían obligados a votar por alguna de las dos versiones, con lo cual, aunque fuera de forma parcial, estarían convalidando una ley que consideran perjudicial para los profesionales universitarios jubilados.
El diputado argumentó que, desde 2008, los gobiernos de turno —tanto del Frente Amplio como de la coalición multicolor— fueron transfiriendo fondos que originalmente correspondían a la Caja Profesional hacia el Banco de Previsión Social (BPS), provocando un desfinanciamiento de unos 600 millones de dólares. A su entender, la narrativa que se instaló desde ciertos sectores políticos, responsabilizando exclusivamente a los profesionales por la crisis financiera de la Caja, es falsa y omite el desvío previo de esos fondos.
Al analizar los proyectos en discusión, Salle reconoció que la propuesta de la coalición multicolor resultaba “un poco más justa” en comparación a la del Frente Amplio, ya que contemplaba una devolución parcial de los recursos desviados, aunque la cifra anual prevista de 36 millones de dólares queda lejos del total que, según sostiene, adeuda el Estado.
Más allá de esa diferencia, Identidad Soberana decidió mantenerse firme en su compromiso de no votar ninguno de los artículos, resaltando que su postura apunta a defender los principios éticos y la palabra empeñada con sus votantes. “Nuestra palabra vale oro”, enfatizó Salle durante su exposición.
Por otra parte, el legislador volvió a manifestar su rechazo a las AFAP, a las que calificó como "un cáncer financiero". Desde Identidad Soberana plantean una alternativa: transformar la Caja Profesional en un sistema propio de capitalización colectiva, administrado por la propia Caja y no por administradoras privadas, evitando así que los recursos terminen en manos de entidades financieras extranjeras.
La propuesta incluiría un sistema de comisiones basado en los resultados reales de gestión, y no sobre el volumen total administrado como ocurre actualmente con las AFAP. Según Salle, esto permitiría que la Caja Profesional gane autonomía financiera, resguarde los ahorros de los profesionales y garantice mayor justicia en el manejo de los fondos jubilatorios.
El legislador cuestionó además el tratamiento mediático del tema. Señaló que algunos titulares, como los publicados por El Observador y Montevideo Portal, sugieren erróneamente que Identidad Soberana negoció acuerdos con la coalición de gobierno, lo cual desmintió de forma tajante.
"Nosotros no acordamos con nadie. Solo fuimos fieles a nuestra palabra de no votar ningún artículo. Actuamos con total integridad, con estrategia, y con un manejo parlamentario que respetó a rajatabla los compromisos asumidos", subrayó.
Para Identidad Soberana, el accionar adoptado en este episodio busca marcar una diferencia en la forma de hacer política en el país. “Mostramos que es posible actuar con ética, con principios y sin traicionar a quienes nos dieron su confianza”, concluyó Salle.